ALIMENTOS CONTRA EL CÁNCER (III): El tomate

El tomate es uno de los alimentos más populares en Europa y otra de las joyas nutricionales y gastronómicas de las que podemos presumir en esta parte del mundo. Su color rojo brillante y su forma lo hacen tremendamente atractivo para la vista, otra obra maestra que la naturaleza nos ha regalado. Su sabor es irrepetible y si tenemos la suerte de probar un buen tomate de verano quedaremos enganchados de su sabor para siempre.

El tomate es uno de los alimentos más populares en Europa y otra de las joyas nutricionales y gastronómicas de las que podemos presumir en esta parte del mundo. Su color rojo brillante y su forma lo hacen tremendamente atractivo para la vista, otra obra maestra que la naturaleza nos ha regalado. Su sabor es irrepetible y si tenemos la suerte de probar un buen tomate de verano quedaremos enganchados de su sabor para siempre.

Lo mejor de esta hortaliza es lo que esconde en su interior: contiene gran cantidad de antioxidantes (vitaminas A, B, C y E), potasio, calcio y fósforo. Y su aporte calórico es muy bajo (apenas 20 kcal por cien gramos), por lo que es muy útil cuando intentamos controlar nuestro peso. Pero lo más destacable y lo que le da su magnífico color es su contenido en un carotenoide con propiedades excepcionales: el licopeno.

Parece ser que el consumo de licopeno es una de las causas por las que en el Área Mediterránea, en comparación con otras zonas de Europa y otros países occidentales, las tasas de enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer sean más bajas.  Es lo que se conoce como Paradoja Mediterránea en el mundo de la Medicina Preventiva.

El licopeno tiene capacidades sobresalientes: antioxidante, antiinflamatorio, hipolipemiante y antitrombótico, de ahí su papel preventivo de la arteriosclerosis. Con respecto al cáncer sus efectos más conocidos son sobre el cáncer de próstata, cuyas tasas al parecer son menores entre los consumidores habituales de esta sustancia.  También se describen efectos protectores frente a los cánceres de pulmón y del tracto digestivo.

¿Se puede tomar licopeno en forma de pastillas? Por poder quizás sí pero el hecho de que haya muchas pruebas sobre los beneficios del licopeno no quiere decir sea lo mismo consumirlo con los alimentos que de forma artificial o aislada. De eso también hay clara demostración en la literatura científica. La alimentación natural a día de hoy es insustituible por pastillas o suplementos de cualquier tipo.

[feature icon=»flag» style=»horizontal» title=»Consejo ACTYS:»] Consumir regularmente tomate y el resto de verduras y hortalizas de forma natural nos ayudará a proteger nuestra salud.[/feature]

 

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